Conmemoración del 50 Aniversario


Eran las 20 horas del Sábado 2 de Junio de 2012, la Señora, la Soledad, se asomaba al pórtico de la Ermita del Espíritu Santo; la Plazuela repleta esperando la Eucaristía. Comenzaban así los actos que clausuraban la conmemoración del 50 Aniversario de su Cofradía. Ntra. Sra. presidía el altar engalanado para la ocasión, todas y cada una de las Cofradías y Hermandades que compone nuestra Semana de Pasión estuvieron presentes en el acto, miembros de las Juntas de Gobierno, Hermanos Mayores y estandartes de las corporaciones. 

Nuestra Señora. de la Soledad y Esperanza lucía radiante, con su belleza que la caracteriza, pero este día la dulzura de su mirada expresaba júbilo y alegría, pareciendo celebrar Ella este aniversario con todos nosotros. Engalanada para la ocasión, la Virgen parecía caminar exultante entre un camino de orquídeas y rosas. Lucía sus joyas más valiosas, así como los distintos presentes que han tenido hacia su imagen. En su mano izquierda, portaba una hermosa rosa, que sus costaleros le han ofrecido por estos 50 años que la han llevado a sus hombros. Se trata de una Rosa de Pasión, la cuál posee 12 pétalos, que representan a los 12 apóstoles, una fina corona de hojas, que recuerda a la corona de espinas, y tres estambres, en representación de los tres clavos de Cristo. Pero este día, la Soledad llevaba en su corazón a otra Cofradía a la que ha estado especialmente ligada en su historia. Se trata, cómo no, de la Cofradía del Calvario, en la que bien es sabido por todos, Nuestra Señora ha acompañado durante varios años al Stmo. Cristo en su estación de penitencia, motivo por el que dicha Cofradía quiso obsequiar a la Señora con un corazón bordado en oro a realce, traspasado por un puñal, labrado en plata de ley. Así mismo, para simbolizar los lazos de unión entre ambas hermandades, la Soledad también portó una toca de María Santísima del Mayor Dolor, con el escudo bordado de la Cofradía del Calvario. 


La misa, oficiada por nuestro Reverendo Señor D. José Enrique Alcalá-Zamora Burgos, Párroco de Nuestra Señora de la Consolación, acompañado por D. Joaquín Higueras Granados, Párroco Emérito y Consiliario de Hermandades y Cofradías de la localidad, fue amenizada por los sones de la Agrupación Musical “Virgen de la Soledad” y por el coro de Francisco Amores. 

Tras la celebración de la Eucaristía, tuvo lugar la Procesión Extraordinaria de Ntra. Sra. por las calles de la localidad, que con motivo del evento extraordinario, se transcurrió por calles diferentes a las que lo suele hacer la Cofradía en su estación de penitencia del Sábado Santo. Al paso de la comitiva de la procesión pudimos observar la devoción a la Señora, balcones adornados, altares, calles engalanadas, ramos de flores y lluvias de pétalos al paso de la Virgen. 


En la Cruz de Guía, la Banda de CCyTT “La Unión” de Baena encabezaba la procesión; tras ella los estandartes y miembros de las Juntas de Gobierno de las Cofradías y Hermandades de la localidad que acompañaron a Ntra. Sra. durante todo el desfile. Destacable fue también el número de mantillas, alrededor de 100 que acompañaron esa noche a la Soledad. Delante del paso de palio, Hermanos Mayores, autoridades y acólitos. La Agrupación Musical “Virgen de la Soledad” iluminaba el camino de esperanza con sus sones tras el paso de palio. 

Por el llamador del paso de palio pasaron varios capataces, hermanos mayores y miembros de las Cofradías y Hermandades de nuestra Semana Mayor, que dedicaron unas palabras a la Virgen y de felicitación a la Cofradía por su Aniversario, momentos emotivos de los cuales pudieron disfrutar los costaleros en cada chicotá. Al llegar a la “Plazuela”, la Soledad entro radiante al son de “Los Campanilleros” abriéndose paso entre el humo de las bengalas. Momento único y añorado, Francisco Amores, uno de los cinco fundadores vigentes en la actualidad, capataz del paso de palio durante mas de tres décadas, mayordomo y una de las personas mas singulares de nuestra Cofradía, se puso delante del martillo, dedicando unas emotivas palabras a Ntra. Sra., el paso se arrió al cielo y así dio comienzo la última chicota, previa a la recogida y finalización de la conmemoración del 50 Aniversario.

Desde estas líneas queremos agradecer la asistencia de todas las Cofradías y Hermandades, y especialmente a todas las personas que han colaborado en el realce de dicho evento.